TEMA 9
LA EDUCACIÓN FÍSICA Y EL DEPORTE EN EL RENACIMIENTO Y EL BARROCO
9.1.
EL JUEGO DEPORTIVO EN LOS SIGLOS XVI Y XVII
La Edad Moderna se inicia con el
movimiento cultural del humanismo que defiende una nueva concepción del mundo
en la que el hombre ocupa un lugar preeminente, sin que en ningún momento se
llegue a negar la existencia y la supremacía de Dios, que sigue siendo el
creador del universo. El humanismo busca con entusiasmo los textos antiguos,
cultiva las lenguas clásicas e intenta resucitar el idealismo platónico frente
al aristotelismo escolástico, afirmando en todo momento el derecho del hombre a
realizarse en el mundo. Una de las tareas más importantes del humanismo fue la
de reconciliar el legado de la antigüedad grecolatina con la tradición
cristiana. La mayoría de los humanistas se vincularon al humanismo cristiano
que afirmaba la unidad de la cultura humana y la armonía entre la revelación
cristiana y la tradición antigua. El humanismo no sólo tuvo consecuencias
religiosas sino también políticas y estéticas, teniendo una influencia decisiva
sobre el movimiento renacentista.
Las principales causas que motivaron
el advenimiento del Renacimiento fueron las siguientes:
-
Las
nuevas ideas y su facilidad de propagación.
-
Los
avances científicos y las nuevas técnicas (especialmente la imprenta).
-
Circulación
intensa de hombres, ideas y comercio.
-
Dimensión
internacional de la economía.
-
Nuevos
impuestos e incremento de la fiscalidad.
-
Formación
de una burguesía cada vez más poderosa.
El Renacimiento fue un fenómeno de
alcance europeo donde se produce una circulación intensa de artistas,
estudiantes, mercaderes, soldados, diplomáticos, religiosos, etc. Sus
precedentes son a mediados del siglo XV un elevado crecimiento de la población,
unos pensadores que se adelantaron a su tiempo como Dante (1265-1321), Petrarca
(1304-1374) y Boccachio (1313-1375) que tradujeron obras de Homero y Herodoto.
En la Italia del siglo XV es donde
se inicia y prospera el humanismo, siendo las ricas ciudades italianas con el
apoyo de los mecenas como los Médicis o los Papas los que se pusieron a la
cabeza del estudio de las obras griegas y romanas. Los humanistas italianos se
agruparon alrededor de impresores que editaban textos griegos y romanos que se
expandieron rápidamente gracias a la imprenta.
El humanista del Renacimiento, sobre
todo en Italia, debe ser un retórico, poeta, artista, filósofo, político,
atleta, amante y sabio. En las cortes italianas se elaboró el ideal de la vida
en sociedad y que encontramos el la obra “el cortesano” de Baltasar de
Castiglione. Leonardo Da Vinci (1452-1519) encarna las inquietudes y
aspiraciones de los hombres del Renacimiento. Es a la vez pintor, escultor,
matemático, alquimista e ingeniero, logrando una sorprendente unión entre el
arte y la ciencia.
En lo político destaca Nicolás
Maquiavelo (1469-1527) que en su obra “El príncipe”, además de describir las
cualidades que debe tener el gobernante, traza las líneas del estado moderno,
propugnando un estado fuerte, independiente de la Iglesia y dirigido por el
príncipe.
En lo religioso destaca Erasmo de
Rotterdam (1466-1536) monje errante, estudió en París, donde rechaza la
intolerancia de la Sorbona. Viaja a Inglaterra y se relaciona con Tomás Moro
quien le pone en contacto con los italianos. Sus libros ejercieron una gran
influencia intelectual y, también, sus relaciones con humanistas, reyes y
papas. Sus obras principales son los “Adagios”, “Coloquios”, el “Elogio de la
locura” y el “Manual del caballero”.
9.1.1.
El juego deportivo en el ámbito italiano
En Italia el redescubrimiento del
mundo clásico supuso un revulsivo y se buscó todo aquello relacionado con la
cultura greco-romana, incluida la actividad física y deportiva que ganó de
nuevo impulso no sólo en el ámbito educativo, sino en el juego recreativo.
Empezó a aparecer literatura sobre gimnasia y juegos antiguos que constituye la
primera literatura deportiva de la Edad Moderna. Con el renacimiento la
actividad deportiva se seculariza y separa de rituales y del sentido religioso
de la vida y se comienzan a utilizar los ejercicios físicos y los juegos
deportivos como medio para la formación de los jóvenes. Dado que el
Renacimiento italiano empezó casi un siglo antes que en el resto de Europa, ya
en el siglo XV diversos autores italianos tratan del hecho deportivo, veremos a
continuación los más relevantes.
El primero es Pietro Paolo Vergerio
(1349-1428), considerado como el verdadero fundador de la educación física,
pensaba que el modelo a seguir debía de ser el espartano. Incluye en su obra
actividades como las carreras, saltos, natación, equitación, manejo de las
armas de la época, vida al aire libre al estilo espartano y juegos de pelota
siempre que no sean perjudiciales
Guarino de Verona (1374-1460) en su
modelo educativo daba gran importancia a la lengua latina y griega, elaborando
un programa de educación física con ejercicios de equitación, caza, juegos de
pelota, natación y lanzamientos. Consideraba el ejercicio físico no sólo
necesario como preparación para la guerra, sino también para la vida cotidiana.
Vittorino da Feltre (1378-1446) era
discípulo de Guarino de Verona, creó un centro educativo con el nombre de “casa
giocosa” (casa alegre) abierto a todas las clases sociales, instauró un modelo
de vida basado en la educación religiosa y humanista. En este centro de
estudios se practicaba la equitación, lucha libre, esgrima, tiro con arco,
carreras, saltos, juegos de pelota y natación. A través del ejercicio físico el
alumnado debía combatir las actitudes de abandono y falta de sociabilidad,
entrenando el carácter, los hábitos sociales y la autodisciplina. Para da
Feltre el ejercicio físico tenía como objetivo principal “expresar la
personalidad del alumnado”.
Mateo Palmieri (1400-1475) en su
obra “Della vita civile” pide una formación armónica del cuerpo y del alma, con
lo cual, además de los ejercicios gimnásticos recomienda la equitación, la
esgrima, lanzas, alpinismo y excursionismo organizado por la comunidad escolar.
Enea Silvio (1405-1465), el futuro
Pío II, exige dentro del programa educativo el endurecimiento físico, tiro con
arco, honda, arrojar lanzas, equitación y natación.
Mateo Vegi (1406-1458) recomienda la
gimnasia, equitación, tiro con arco, honda, jabalina, lucha y juegos de pelota.
Baltasar de Castiglione (1478-1518)
elaboró el ideal de la vida en sociedad en su obra “El cortesano” que
describe la vida en Urbino, donde se pasa el tiempo en fiestas, danzas, justas,
torneos y conversaciones. Cuando señala las características del caballero indica
que además de conocer las letras, dominar el latín y el griego y conocer la
música y la pintura, el perfecto caballero debe además saber equitación,
utilizar las lanzas y espadas, jugar a los bastones, correr toros, saltar,
correr y practicar juegos de pelota. Respecto a las damas deben de ser
conocedoras de las letras, la música, la pintura, ser buenas danzarinas y ser
buenas conversadoras.
Archange Tuccaro (1535-1602) en una
de sus obras describe ejercicios similares a los actuales de habilidad en el
suelo: volteretas, rueda, voltear en el suelo, flick-flack hacia delante y
hacia atrás y de lado, etc. Ilustró su obra con numerosos dibujos donde se
puede observar los movimientos que describe con claridad.
El más importante de todos los
autores citados es Hieronymus Mercurialis (1530-1606) que basándose en la obra
de Galeno e Hipócrates, donde se señalan los beneficios del ejercicio físico
para la salud, representa el eslabón entre la educación física griega y la
moderna. En su obra “De Ars Gymnastica” intentó estructurar de
modo científico y sistemático sus conocimientos con el objetivo de devolver a
la gimnasia su valor y dotarla de todas las justificaciones médicas, indicando
las condiciones del ejercicio físico. Distingue entre gimnasia higiénica, militar
y atlética. Escribió, además, un pequeño tratado sobre la pelota. Considera que
el ejercicio es bueno para todos, pero debe adaptarse a las circunstancias del
individuo, del tiempo y del lugar. En su obra recoge todo lo relacionado con la
gimnástica antigua que abarca todo lo relacionado con el ejercicio físico y el
juego deportivo.
Antonio Scaino (1524-1612) escribió
el primer libro moderno sobre la pelota. Describe una modalidad parecida al
juego de pelota francés y que se jugaba entre dos equipos, separados por una
red, utilizando una pelota hueca de gran tamaño que se golpeaba con los puños,
o bien con el antebrazo que iba protegido con una superficie de madera.
Distingue dos tipos de pelota, la maciza y la de viento. Según sea el tipo de
pelota y la manera de golpearla distingue ocho posible modalidades de juego.
También describe el calcio como juego de pelota.
Giovanni Alfonso Borelli (1608-1679)
era físico, matemático y médico. Introdujo la mecánica y la matemática aplicada
a la medicina, con lo que gracias a sus conocimientos de anatomía hizo una
extensa descripción de los movimientos corporales. Realizó, en colaboración con
Galileo, estudios fisiológicos serios acerca de los beneficios de los
ejercicios terapéuticos.
En cuanto a las modalidades
deportivas en la Italia del siglo XVI sobresalió mucho la esgrima que tuvo
grandes maestros italianos y autores que escribieron sesudos y amplísimos
tratados sobre este deporte. El autor más representativo fue Achille Marozzo
(1484-1553) que escribió una sistemática de la esgrima en cinco tomos y que fue
maestro en la famosa academia de esgrima de Bolonia.
9.1.2.
El juego deportivo en el ámbito francés
En el siglo XVI hubo en Francia dos
escritores que se pronunciaron a favor de los ejercicios físicos. Uno fue
Rabelais y el otro Montaigne.
François Rabelais (1494-1553)
escribió la famosa novela “Gargantúa y Pantagruel”, en ella se enumeran
una gran cantidad de juegos, tanto de niños como de adultos, algunos de los
cuales son muy parecidos a los actuales. Algunos de los juegos deportivos que
describe son las carreras, saltos de obstáculos, escalado de muros, gimnasia
con barras de hierro y pesas de plomo, natación, buceo, remo, esgrima,
lanzamientos de jabalina, tiro con arco, equitación, juegos de pelota, etc.
Michel Montaigne (1533-1592), muy
defensor de la educación física, en el sentido que la entendía Platón,
considerando que el ejercicio y la gimnasia deben hacernos resistentes al
dolor. En sus programas formativos incluye: carreras, luchas, música, danza,
equitación, esgrima y caza.
Los juegos de pelota eran muy
populares en Francia, en los últimos años del siglo XVI había en París 250
campos de juego de pelota. En la Universidad de la Sorbona de París había 30
gimnasios dedicados básicamente a juegos de pelota y esgrima.
A partir del siglo XVII los deportes
empiezan a decaer, aunque en las grandes ciudades aún se mantenían sus campos
de juego, sobre todo de pelota, aunque en una proporción muy baja, así en el
reinado de Luis XVI en París solo quedaban diez campos de pelota. El juego de
pelota típicamente francés era el soule, muy parecido al calcio y que se
mantuvo durante el siglo XVII aunque con muchas dificultades y muchos menos
practicantes y seguidores.
9.1.3.
El juego deportivo en el ámbito inglés
Inglaterra fue cambiando sus
estructuras sociales y políticas a lo largo del siglo XVI y XVII, tanto fue así
que en 1648 se proclamó la república y se decapitó al rey Carlos I. Estos
cambios sociopolíticos influyeron decisivamente en la evolución del juego
deportivo, ya que tal y como se conoce actualmente apareció en este nuevo marco
de estructura social y se fue moldeando a través de reglas de placer y de ocio
de ciertas clases sociales inglesas. Erasmo de Rotterdam influyó mucho en Inglaterra
y como propugnaba el ejercicio físico, esto sirvió para que en los centros
educativos ingleses se extendiera la práctica de ejercicios físicos.
Thomas Elliot (1490-1546), en su
obra “The governour” enumera un catálogo de ejercicios físicos, excluyendo
los juegos rústicos, como los lanzamientos de piedra y el fútbol. Considerado
el padre del sistema educativo inglés, influyó en todos los autores posteriores
que señalaron de la misma forma la importancia de la educación corporal.
Clasificó los ejercicios en ejercicios de fuerza, agilidad, velocidad,
digestivos y de guerra y paz.
Roger Asham (1515-1568) escribió la
mejor obra sobre tiro con arco de la época. Indica cómo debe entrenarse a todo
joven mayor de catorce años: pedestrismo, saltos, natación, lucha, esgrima,
equitación, justas, tiro con ballesta, cetrería y juegos de pelota.
Richard Mulcaster (1533-1611) era un
amante del ejercicio físico que practicó hasta la vejez, recomienda en sus
programas los siguientes ejercicios: marcha, carrera, salto, natación,
equitación, caza, tiro con arco y juegos de pelota (dejando fuera el fútbol,
por ser muy rústico y violento), durante el invierno aconsejaba incidir más en
la esgrima, la lucha y la danza. Afirmaba que el fin del ejercicio era mantener
una buena salud. Trató la educación física profundamente en sus libros.
Clasificaba las actividades en tres categorías:
-
Según el
lugar: cerradas (esgrima) y abiertas (caza).
-
Según la
intencionalidad: premilitares, médicas y atléticas.
-
Según
los efectos: ejercicios respiratorios, musculares, articulares y circulatorios.
En la segunda mitad del siglo XVI se
fundaron las históricas public schools de Westminster (1560), Marchant Tylor’s
school (1561), Rugby (1567) y Harrow (1571), que fueron centros patrocinadores
del juego deportivo inglés y, por tanto, precursores de todo el deporte
moderno.
Francis Bacon (1521-1626) indicaba
que casi no existía enfermedad alguna que no pudiera remediarse mediante la
gimnasia. Durante el siglo XVII varios juegos de pelota se hicieron muy
populares entre la nobleza y los estudiantes, entre ellos la versión inglesa
del paume que con el tiempo se transformó en el tenis y el juego de la pala
curvada que dio origen al golf.
9.2.
EL JUEGO DEPORTIVO EN ESPAÑA. SIGLOS XVI Y XVII
El principal foco del humanismo
español fue la Universidad de Alcalá, fundada en 1508 por el Cardenal Cisneros.
Allí se editó la Biblia políglota en hebreo, griego, caldeo y latín. Valencia
también destacó por su relación con las cortes italianas. El humanismo español
no rompe completamente con la tradición medieval debido a la introducción de la
Inquisición en Castilla (1480), con la Contrarreforma y las consecuencias del
Concilio de Trento. A pesar de todo el siglo de oro español se caracterizó por
el resurgimiento de todos los géneros literarios.
Durante los siglos XVI y XVII el
juego deportivo se fue desligando del mundo religioso, aunque la Iglesia hacía
todo lo posible para controlarlo. El juego deportivo actuó como una válvula de
escape de una sociedad anclada en el pasado. En nuestro país se promulgaron
leyes, como la “Novísima recopilación” que pretendían limitar o prohibir
la práctica del juego, las cuales estaban auspiciadas por los sectores
religiosos más conservadores. Los juegos de toros no estaban regulados en estas
leyes, porque se consideraba a la tauromaquia como un espectáculo y se regulaba
de otro modo, al igual que el juego de cañas que siguió manteniéndose por su
popularidad.
9.2.1.
Autores españoles representativos
Elio Antonio de Nebrija (1444-1522)
con su gramática crea el primer tratado humanístico sobre una lengua vulgar. En
sus tratados educativos intenta desarrollar la inteligencia de los niños
mediante la experiencia, abordar las diferentes disciplinas a través del juego,
porque esto ayuda a desarrollar el equilibrio interior y la espontaneidad de
los seres humanos.
Iñigo López de Loyola (1491-1556)
era un militar y sufrió una grave herida en el sitio de Pamplona y durante su
recuperación se puso a leer obras piadosas y a reflexionar sobre su misión en
el mundo y cambió su vida dedicándose a salvar almas. En 1534 funda la Compañía
de Jesús y se pone incondicionalmente al servicio del Papa. En el aspecto
educativo, a pesar del conservadurismo de los primeros tiempos, los jesuitas se
pusieron en contra de la educación que se les aplicaba a los jóvenes de la
nobleza fundada en el culto caballeresco y en la guerra. Dieron una cierta
importancia a los ejercicios físicos al aire libre. Se le daba importancia a la
buena salud del cuerpo, como elemento fundamental para tener éxito en la
relación con Dios.
Juan Luis Vives (1492-1540) procedía
de una familia de judíos conversos de Valencia y ese hecho marcó toda su vida.
Se fue a estudiar a París durante su adolescencia y ya nunca regresaría a
España. Lo contratan como preceptor de los hijos de una familia noble en
Brujas, después se traslada a Lovaina. Posteriormente se traslada a Inglaterra
y vive allí bajo la protección de la reina Catalina. Cuando abandona Inglaterra
se instala definitivamente en Brujas donde muere. Su obra principal dedica un
capítulo entero a la educación física destinada a los jóvenes. Su programa
contiene marchas, carreras, luchas, juegos de pelota y bolos. Su objetivo es
vivificar el cuerpo y evitar el embrutecimiento. Era un gran pacifista y
consideraba que la educación física debía ser usada para promover el
crecimiento del cuerpo y no para construir jóvenes feroces y salvajes. Escribe
sobre los juegos infantiles y adultos y describe los juegos de pelota, sobre
todo los que se practicaban en Valencia por parte de la nobleza denominado
trinquete. En valencia había una media docena de trinquetes donde se jugaba a
este juego que consistía en enviar con la mano la pelota de un una zona del
campo a la otra y ambos espacios estaban delimitados por una red. Introduce el
juego en su programa educativo y le confiere una importancia capital para la
formación de los jóvenes.
Cristóbal Méndez (1500-1553) era
médico, nacido en Lepe (Huelva), se le puede considerar como el primer
exponente histórico de la actividad física en nuestro país. Desde el punto de
vista médico estudia el ejercicio físico como terapia a ciertas enfermedades o
bien como medio de restablecer la salud. Escribe un libro desde una perspectiva
médica, pero en el mismo hace una extensa descripción de los juegos, sobre todo
del de pelota. Considera que el ejercicio físico y el juego deportivo influyen
positivamente en la salud siendo el recurso más natural al alcance del ser
humano para prevenir las enfermedades o para su tratamiento posterior.
9.2.1.1.
Autores barrocos
Pedro de Covarrubias, Francisco
Alcocer, Francisco Luque Fajardo, Fray Alonso Remón, Pedro de Guzmán, Sebastián
de Covarrubias y otros autores que trataron en sus obras el tema de los juegos
y los ejercicios físicos, pero quizás el más destacado fue Juan de Mariana
(1536-1623) porque fue uno de los eruditos que con mayor profundidad tocó el
mundo del juego. Fue jesuita dio clases en Roma y en la universidad de la
Sorbona de París. Estaba en contra de los juegos de azar y de la fiesta de los
toros, sin embargo, es un defensor convencido de los juegos deportivos. Tenía
un gran conocimiento de los efectos beneficiosos del ejercicio físico y del
juego deportivo en los jóvenes. Escribe sobre todo tipo de luchas, del juego de
cañas que era tan popular en siglo XVII en nuestro país. Le da importancia a la
caza y al ejercicio que hacen los jóvenes en el monte para cobrar las piezas.
Rodrigo Caro (1573-1647) merece
también una mención especial. Fue sacerdote y erudito y un gran humanista. Fue
un antropólogo en el más amplio sentido de la palabra. Estudia con mucho
interés los libros clásicos y reunió unos 500 libros clásicos eruditos y
genuinos. Escribió una obra titulada “Días geniales y lúdricos” que
constituye el documento más completo que tenemos sobre el juego deportivo en
nuestro país durante toda la Edad Moderna. Hace un análisis en profundidad de
los juegos antiguos comparándolos con los juegos que se practicaban en su
época, desde un punto de vista antropológico. Este libro aún siendo tan
importante nunca llegó a publicarlo, tal vez temiendo su repercusión entre los
eruditos moralizantes de su tiempo que no veían bien cualquier publicación en
la que se tratase sobre los juegos. El libro se compone de seis Diálogos en los
que se trata sobre diferentes juegos. En el Diálogo I se analizan los juegos de
cañas y los toros. Indica los tipos de actividades ecuestres más frecuentes y
hace mención a los saltos que eran muy populares en la época. En el Diálogo II
estudia la lucha, el pugilato, el tiro con arco, la honda y los lanzamientos de
piedra y nos indica como en el mundo grecorromano estas actividades se
desarrollaban en la palestra y en su época no había espacios especiales para
estos ejercicios, aunque sí similares. En el Diálogo III trata sobre los juegos
de azar. El Diálogo IV trata sobre diversos juegos, sobre todo los juegos de
pelota. Describe la morra que es parecido a nuestro actual juego de los chinos.
Describe los juegos de raqueta. Los Diálogos V y VI describen juegos de burlas,
escondites, columpios, etc.
9.3.
ACTIVIDADES DEPORTIVAS EN LA EDAD MODERNA EN ESPAÑA (SIGLOS XVI Y XVII)
El siglo XVII fue para España un
siglo de conflictos, crisis permanente, ruina económica y derrumbamiento imparable.
El hecho de mantener la misma estructura social de los siglos pasados, agravado
por las continuas guerras, donde nuestro país salía perdedor y las grandes
epidemias y problemas sociales, hizo que la situación general fuera de desastre
generalizado. Curiosamente esta situación desastrosa contrasta con que el siglo
XVII ha sido el siglo por excelencia de la fiesta y las diversiones y el
testimonio cultural más importante de de toda nuestra historia.
9.3.1.
Los torneos y juegos de cañas
Una de las actividades que aún
subsistían en el siglo XVII, aunque ya en franca decadencia, fueron los
torneos. En algunas regiones de España se celebraban los torneos igual que se
hacía en la Edad Media. Eran encuentros propios de caballeros inspirados por
una dama a la que se le rendía homenaje. Las justas se iniciaban con lanzas,
después con hachas y finalmente con espadas.
Los juegos de cañas junto con los
toros fueron las manifestaciones deportivas más populares en España en el siglo
XVII. El juego de cañas, aunque de
origen morisco, seguía siendo una fiesta típica de la realeza y la nobleza y
venían a ser una evolución de los torneos. El ganador era el caballero más
hábil que se libraba de los golpes de sus contendientes y, a su vez, propinaba
golpes a sus adversarios. El rey Felipe IV era un gran aficionado a este juego.
En ocasiones, los caballeros se vestían unos de moros y otros de cristianos y
se lanzaban al juego para ver quien ganaba.
La cabalgada era otro de los
deportes relacionados con la actividad ecuestre. Las carreras de caballos eran
actividades de la nobleza y se practicaban en todas las fiestas cortesanas.
Tenían diversas variantes aunque las más populares eran la máscara y la
encamisada, también había otra no tan popular denominada el estafermo. La
máscara y la encamisada se realizaban de noche con antorchas y, en la primera,
los participantes iban enmascarados y, en la segunda, los participantes ponen
las camisas sobre las armas para que se vean y no se confundan los del mismo
grupo con los contrarios. El estafermo recibía su nombre de un muñeco mecánico
que representaba a un hombre armado que cuando se le golpeaba con la lanza en
el escudo que llevaba, giraba en redondo con gran rapidez, de tal forma que si
no se era lo suficientemente diligente y veloz, el muñeco a su vez podía
golpear al caballero con unas bolas o unos saquillos de arena.
9.3.2.
Los toros
Alcanzaron un auge extraordinario
bajo el dominio de los Austrias, algunos de los cuales eran grandes
aficionados. El primer libro sobre toros lo impulsa Felipe IV. Se celebraban
corridas en todos los pueblos y ciudades de España y su imperio, pero los
festejos más importantes se realizaban en Madrid, que era donde estaba la
corte. Las corridas en el siglo XVII eran de dos clases: ordinarias y
extraordinarias. Las primeras organizadas por los Consejos locales y, las
segundas, organizadas por la Casa Real. Al no existir todavía plazas de toros,
en Madrid se habilitaba la Plaza Mayor que podía albergar hasta 50.000
espectadores. Aunque el oficio de torear no estaba reglamentado, existían una
serie de normas a tener en cuenta durante la lidia. Generalmente eran los
caballeros los que participaban en la lidia para demostrar su valentía. Al no
haber reglamento, ni técnicas taurinas se producían numerosas víctimas, entre
caballeros y toreros de a pie mueren al año en las plazas entre doscientas y
trescientas personas, además de gran cantidad de caballos y perros que se
utilizaban en espectáculos taurinos especiales en los que los perros atacaban a
los toros.
Los espectáculos taurinos tuvieron
sus detractores como Mariana que indicaba que el toreo a caballo, aunque era
peligroso se podía permitir, pero el toreo a pie era tan peligroso que debía
estar prohibido.
9.3.3.
La caza
Fue uno de los deportes preferidos
en el siglo XVII, pero limitado en su práctica a la realeza y la nobleza. Reyes
y nobles disponían de espacios amplios para practicar la caza, tales como
fincas, bosques, dehesas, etc. Además, en estos lugares había palacios o
pabellones de caza en los que los cazadores podían descansar. Las mejor
organizadas y las más grandes cacerías se celebraban en los sitios reales,
donde se mantenía una compleja organización de funcionarios y servicios para el
buen desarrollo de la cacería.
Las artes cinegéticas eran la
montería, basada en la caza del jabalí y de otros animales que hubiera en el
monte tales como: venados, ciervos, gamos, corzos, cabras montesas, lobos,
conejos, liebres, gatos salvajes… La ballestería o caza con ballesta, la cual fue
desapareciendo progresivamente, a la vez que se iba introduciendo la caza con
armas de fuego. La cetrería o caza de aves con halcones y otras aves rapaces y
la chuchería o captura de pájaros con ardides o engaños, como los reclamos o
las redes.
9.3.4.
Los juegos de pelota
Durante los siglos XVI y XVII
tuvieron una gran difusión por Europa y también por España. Autores como Luis
Vives o Cristóbal Méndez recogen en sus obras los beneficios de los juegos de
pelota y algunas normas y modalidades de los mismos.
Méndez describe el juego de pelota a
mano y el terreno de juego en el que hay que desarrollar el encuentro. Además
indica determinadas técnicas necesarias para jugar mejor. Rodrigo Caro también
describe el juego de pelota en su obra.
Se describen las pelotas españolas
que eran diferentes a las de otros países europeos. Solían ser más grandes y
estaban rellenas de lana y solían ser de color negro para contrarrestar con las
paredes blancas.
Durante
el siglo XVI se fue cambiando la raqueta por la pala de madera. Un gran
aficionado fue el rey Felipe III que se construyó un campo particular para
jugar a la pelota que estaba unido al Alcázar por un pasadizo cubierto. En el
parque del Buen Retiro había varios edificios y uno de ellos estaba destinado
para el juego de pelota.
En la mayoría de los pueblos
antiguos se jugaba a la pelota y puede ser que los vascos también jugaran desde
la antigüedad. Pero, está confirmado que los juegos de pelota que se difunden
por toda Europa a partir del siglo XIV y mantienen su popularidad hasta finales
del siglo XVIII, provienen del juego francés del paume. Muchos de los juegos
actuales, como el tenis, provienen de esta modalidad deportiva. Es posible que
muchos de los juegos que se practican en el País Vasco sean anteriores a la
época de la colonización del juego de la paume, pero lo cierto es que otros
juegos de pelota como los jugados en un trinquete o en frontón, proceden
directamente de él, aunque adaptadas y modificadas sus reglas, de forma que se
han convertido realmente en juegos completamente distintos y únicos. Los vascos
amantes desde siempre de los juegos de pelota y fieles a sus costumbres y
tradiciones, no solo conservaron las canchas de pelota de origen francés, sino
que además las adaptaron y les dieron un aire típicamente vasco.
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